Estrategias para no olvidar lo que estudias

¿Cómo aprovechar mejor de nuestra sesión de estudio y al mismo tiempo crear recuerdos sólidos de todos los contenidos, a largo plazo?

Hoy quiero hablarte de cómo funciona el olvido y de cuáles estrategias poner en marcha para contrastarle.

¿Por qué olvidamos?

El olvido es un proceso natural de nuestra mente. Solemos olvidarnos de algo por dos razones principales:

  1. No lo hemos almacenado bien. Es decir, no hemos organizado bien esta información en nuestra mente y no hemos creado sólidas relaciones de significado entre esta nueva información y los conocimientos previos relacionados.
  2. No sabemos evocarlo. Esto suele pasar porque no hemos creado ganchos mentales que nos ayuden a conectar con la información nueva, que acabamos de estudiar.
Entonces podemos decir que la forma en la que aprendemos algo determina cómo y por cuánto tiempo seremos capaces de recordarlo.

¿Qué recordamos más fácilmente?

Nuestro cerebro suele recordar más fácilmente:

  • Aquello en que volvemos a pensar a menudo.
  • Aquello que conseguimos relacionar de una forma significativa con otra información, previamente presente y consolidata en nuestra memoria.  
  • Aquello que evocamos más, es decir, que hacemos el esfuerzo mental consciente de recordar.

Las mejores estrategias para recordar mejor

A la luz de toda esta información, hoy quiero proponerte tres estrategias para sacarle más provecho a tu estudio y así recordar mejor y durante más tiempo tus temas.

  • La primera consiste en hacer una lectura crítica del tema. Esto conlleva mantener una actitud activa durante la lectura, dividirla en pequeños objetivos (por ejemplo, en párrafos), parar y preguntarnos cuáles son los conceptos o ideas más relevantes y con qué tipo de información podemos relacionarlos. La lectura crítica, nos permite crear relaciones de significado entre los nuevos conceptos presentes en el texto y conceptos que ya tenemos asimilados, de tal manera que va a ser más fácil almacenarlos y después evocarlos.
  • También podemos aprovechar de esta fase de estudio para transformar estas ideas principales en imágenes mentales para así ubicarlas en un palacio de la memoria específico o crear un mapa mental. Esta sería la segunda estrategia.
  • La tercera está relacionada con la forma de repasar. Los últimos estudios de neurociencia y neuroeducación, han visto que es mucho más efectivo (es decir, recordamos mejor) aquello que evocamos un tiempo después de haberlo estudiado, respecto a repasarlo justo después. Así que te propongo hacer un primer repaso de tu tema a las 24 horas de haberlo estudiado, aplicando así la que se conoce como evocación espaciada.

Y...¡Tachán! La magia está hecha

Qué tengas una bonita semana

Un abrazo mágico

Federica