Pero la lista de los temas que te faltan por aprender casi no ha disminuido. Llevas días leyendo, haciendo resúmenes tediosos, esquemas e incluso mapas conceptuales. Sin embargo parece que tu mente ya está saturada. Toda la información que necesitas recordar se mezcla de forma desordenada y parece diluirse como la pintura de un pincel a contacto con el agua.
No voy a conseguirlo – Te repites, mientras la inseguridad y la frustración toman el control de tu cabeza.
La tentación de tirar la toalla crece cada día mas.
¿Te imaginas cómo sería llegar al final del día y recordarlo todo? Te acompañaría una sensación de plenitud, satisfacción, confianza en ti.
La motivación y el entusiasmo serían tus nuevos acompañantes.
¿Y si te dijera que además, podrías disfrutar del estudio?
Sí, me has entendido bien, he dicho DISFRUTAR. ¿Cómo? Usando técnicas específicas que transforman tu preparación en un proceso creativo, más rápido y efectivo a la vez.