Verano 2010.
Delante de mí, una chica muy guapa y de ojos negros y brillantes habla con uno de mis amigos:
“Escribe 30 palabras en un papel y léelas en voz alta. Las memorizaré todas, en el orden correcto, escuchándolas solo una vez…¿Qué te juegas?» Le desafía con una mirada traviesa. Me quedo hipnotizada. Cada célula de su cuerpo trasmite una seguridad en sí misma que yo nunca había experimentado en mi propia piel.
Lo que pasó a continuación nunca lo olvidaré.
La que al principio parecía una apuesta fácil de ganar, nos deja desconcertados. La chica contesta al instante a cada pregunta, acertando y dejando en nuestras caras una expresión mixta entre asombro, incredulidad y admiración.
Nos deja a todos con ganas de conocer aquello que, a primera vista, parecía un truco de magia.
No es magia”, contesta. “Solo he utilizado un técnica de Memoria y Creatividad”.