REFLEJO DE TI MISMO

ITALIANO

Este pequeño cuento me recuerda el importante que es NUESTRA ACTITUD hacia la vida y hacia las circustancias que tenemos. A menudo pensamos que nuestra felicidad depende de las circunstancias, de lo que nos pasa o de las personas que nos cruzamos en el camino. Y si te dijera que es nuestra actitud que hace la diferencia?

Si te dijera que  tienes el poder de transformar algo que aparentemente es negativo en algo positivo para ti? Espero que este cuento pueda ayudarte a descubrirlo.

Buena lectura y feliz fin de semana

Con cariño

Federica

Había una vez  un oasis maravillosa en medio del desierto.

A este oasis llegó un día un joven después de varios días de camino.

Dejó descansar su caballo y, mientras tomaba agua,  preguntó a un anciano que se estaba también allí descansando:

«¿Perdone, Que clase de personas viven aquí?»

El anciano levantó la cabeza, le miró a los ojos y le preguntó:

«¿Que clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?«

“Un montón de gente egoísta y mal intencionada “

replicó el joven. «Estoy encantado de haberme ido de allí».

A lo cual el anciano comento: «Lo mismo habrá de encontrar aquí».

El muchacho decepcionado montó a caballo y se fue a buscar un lugar mejor.

Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:

¿Que clase de personas viven en este lugar?

El viejo respondió con la misma pregunta: ”¿Que clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes?«

”Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado»

“Lo mismo encontrarás aquí”, respondió el anciano.

Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:

«¿Oye, como es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?»

A lo cual el viejo contestó: «Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón”.

Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí ni en ninguna otra parte.

Si te sientes dolorido por alguna causa externa, no es eso lo que te perturba. Si no tu propio juicio sobre ella.