Te has ido de viaje. Conoces a gente interesante pero sólo puedes comunicarte en inglés. De repente te das cuenta que no te sabes las palabras importantes para emprender una conversación. Aunque las reglas gramaticales estén claras y ordenadas en tu mente, ahora no te sirven porque no hay suficiente vocabulario como para poderte expresar.
La falta de vocabulario nos impide entender el sentido de un discurso, expresarnos y atrevernos a lanzarnos en una conversación.
Una persona de un nivel cultural medio suele utilizar cada día entre 900 y 1000 palabras de su idioma materno.
Si consiguiéramos aprendernos 30 palabras al día y mantener el recuerdo a largo plazo, en un mes tendríamos un vocabulario de 900 palabras.
No la dominaríamos a la perfección, claro, pero sin duda aprenderíamos mejor que en los cursos costosos en los que cada año se apunta mucha gente.
Esto quiere decir que, si dedicáramos otro mes a la gramática y otro a practicar, al cabo de tres meses podríamos aprender una lengua extranjera.
No la dominaríamos a la perfección, claro, pero sin duda aprenderíamos mejor que en los cursos costosos en los que cada año se apunta mucha gente.
Para memorizar nuevas palabras sigue estos pasos:
- Crea una imagen mental del significado de la palabra que quieras memorizar.
- Repite la palabra en voz alta para identificar el sonido.
- Encuentra una o más palabras de tu idioma materno que tenga un sonido parecido (si es necesario divide la palabra en varias partes, como hicimos con las palabras abstractas).
- Crea una imagen mental de esta/estas palabra/as.
- Crea una historia acotando de forma fantasiosa e impactante cada elemento.
Por ejemplo, vamos a memorizar la palabra ARMCHAIR que en inglés significa sillón.
1. Crea una imagen mental de esta palabra: el sillón rojo y muy cómodo que acabo de comprarme y que está en mi salón, cerca de la ventana.
2. Repite la palabra que quieres aprender en voz alta para identificar el sonido: ARMCHER
3. Encuentra una palabra de tu idioma materno que tenga un sonido parecido. En este caso divido la palabra en dos partes: ARM-CHER. El sonido de la primera parte, “arm”, me recuerda la palabra “ARMA”, mientras que el sonido de la segunda parte, “Cher”, me recuerda a Cher, la cantante.
4. Crea una imagen mental de esta palabra: un arma, por ejemplo una pistola, y a Cher, la cantante.
5. Crea una película mental: entro en mi salón y me siento cómodamente en mi sillón rojo. No hay mucha luz, todo es bastante oscuro y de repente, noto el frío de un ARMA que me apunta la frente. Muerta de miedo con el rabillo del ojo veo quién me está amenazando: es Cher.