El primer paso para aprender de una forma más efectiva, es tomar conciencia de cuáles son los problemas más usuales en cada fase del aprendizaje. Hoy te hablaré de ellos y te explicaré cómo solucionarlos.
Las tres fases del aprendizaje
Cuando estudiamos, generalmente pasamos por tres fases distintas del aprendizaje:
- Adquirir la información. En esta fase entramos en contacto con la información y lo hacemos de dos formas distintas: Leyendo o escuchando.
- Almacenar la información. En esta fase vamos a comprender los conceptos de nuestro material de estudio, vamos a organizarlos y a almacenarlos en nuestra memoria. Para ello, se suele subrayar el texto para resaltar los conceptos más importantes, se hacen resúmenes y esquemas y se acaba repitiendo, mentalmente por escrito o en voz alta, todos los contenidos, hasta que la información se consolide en nuestra memoria.
- Evocar la información. Esta es una fase imprescindible. Evocar o recordar la información, es lo que hace que podamos aprovechar de toda la información con la que hemos entrado en contacto en las fases anteriores. Si no somos capaces de recordar, no hemos aprendido nada en realidad. Algo puede resultarnos familiar, pero esto no es suficiente para tener un aprendizaje profundo y significativo.
Problemas en cada fase
Cuando adquirimos la información a través de la escucha , por ejemplo cuando estamos escuchando una clase, lo normal es tomar apuntes, ¿verdad? ¡Y aquí surge un problema! Resulta complicado tomar apuntes al mismo ritmo de la persona que está hablando. Por esta razón, a menudo acabamos con unos apuntes incompletos y desordenados, y necesitaremos retomarlos después, en casa, dedicándole tiempo y energía.
En la fase de almacenaje, el gran problema es llevar una forma de estudiar pasiva: leer pasivamente subrayando automáticamente mucho contenido sin ningún criterio, hacer resúmenes copiando el texto en el cuaderno, repetir como un papagallo la información. Cuando se estudia de esta manera, es fácil bloquearse en la fase de evocación, ya que no se recuerda casi nada y se necesita volver a abrir el texto para encontrar lo que buscamos. Esta situación es bastante frustrante y genera inseguridad, aburrimiento y desmotivación.
Soluciones
¿Cómo se solucionan los problemas de la primera fase? Con los mapas mentales. ¿Por qué? Pues porque los mapas mentales no utilizan frases largas, sino palabras clave, colores y dibujos que transforman la toma de apuntes en un proceso mucho mas rápido activo y dinámico. Tomar apuntes con los mapas hará que te quedes con mucha información y que ya de por sí vayas reteniendo la información ya que es un proceso totalmente activo y creativo.
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Recuerda que el «secreto» siempre es estudiar de forma activa. Esto conlleva leer de forma activa, haciéndonos preguntas que estimulen la curiosidad, preguntas constructivas que nos ayuden a conectar la información del texto con nuestros conocimientos previos.
Aprende a dejar de subrayar tantas frases y céntrate en las PALABRAS CLAVE, aquellas que te hacen conectar con los conceptos más importantes y que te sirven para poder explicarlos con tus propias palabras.
¿Y los resúmenes? Pues de nada te van a servir si te limitas a copiar pasivamente el texto en tu cuaderno. Lo que sí sirve es hacer un resumen sin mirar el texto o aun mejor, un mapa mental.
Y ¿para evocar la información? ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Personalmente te aconsejo utilizar la técnica del PALACIO DE LA MEMORIA, que viene muy bien tanto para organizar la información y almacenarla como para recordarla. Te hablaré más detalladamente de esta técnica en unas semanas.
Otra forma muy buena es explicar a una persona el contenido de tu tema/texto con tus propias palabras, buscando ejemplos nuevos y creando asociaciones con tus conocimientos previos.
Y...¡Tachán! La magia está hecha
Qué tengas una bonita semana
Un abrazo mágico
Federica
