Cómo mejorar tu productividad

Estar enfocados en nuestros objetivos es el primer paso para alcanzarlos. Sin embargo es fácil caer en la trampa mental de la productividad. ¿A que me refiero? Pues, a que hay una grande diferencia entre ser productivos y ser eficaces. Puedo ser muy productiva empleando mi tiempo en llevar a cabo muchas tareas que sin embargo no me ayudan a avanzar hacia mis objetivos.

Hay una grande diferencia entre ser productivos y eficaces

Para hablarte de ello voy a contarte una historia. Cuenta la leyenda que….

…en un pequeño pueblo de la India, una vez al año se cortaban los árboles del bosque para utilizar su leña para construir las nuevas casas, escuelas y edificios del reino.
 
En ocasión de este día, todos los leñadores participaban en una competición: el ganador iba a ser el leñador que más arboles consiguiera cortar. Este día, todos los leñadores del reino se reunieron en el gran bosque de pinos. Sus troncos eran impresionantes, anchos, sólidos y muy fuertes.
 
Los leñadores cogieron sus hachas, y empezaron a cortar. Uno de ellos, golpeaba los troncos con una perseverancia increíble, un golpe tras otro, sin descansos, sin pausas. No paró ni para tomarse un respiro o para beber un vaso de agua fresca. Mientras trabajaba con toda su fuerza y su energía, con el rabillo del ojo se dio cuenta de que poco más allá,  otro leñador se tomaba cada hora un buen descanso debajo de las sombras de los imponentes árboles.
 
Cuando llegó el atardecer, el primer leñador sólo había conseguido cortar 10 árboles. Sin embargo, el segundo logró cortar más del doble, ganando la competición. El primer leñador no podía creer lo que veía. Los dos habían empezado juntos y los troncos de los árboles del bosque eran todos de igual tamaño. Empezó a darle vueltas a la cabeza para encontrar una explicación lógica que pudiera dar sentido a lo que acababa de pasar. No encontrando ninguna, decidió acercarse y hablar directamente con el ganador. Le dijo: “¡Por favor, ayúdame a entender cuál ha sido tu truco para conseguir cortar tantos árboles! He visto que en más de una ocasión paraste y descansaste bajo las sombras de los pinos, mientras que yo no paré nunca, no me tomé ni un pequeño descanso y trabajé con todas mis fuerzas hasta el último minuto. Por favor, explícame como lo conseguiste”.
 
El otro entonces paró, lo miró a los ojos sonriendo y contestó: “Querido amigo, me has observado muy bien. Es verdad que he parado varias veces, cada hora para ser exactos. Sin embargo, lo que no has visto es que no estaba descansando, estaba afilando mi hacha.”

No es la cantidad, es la calidad.

Hacer, hacer, hacer sin parar no siempre es la estrategia correcta. Como le pasa al leñador, llega un momento en que es fundamental para y afilar nuestra hacha. ¿A qué me refiero exactamente? Pues a analizar la situación en la que nos encontramos, tomar consciencia de lo que estamos haciendo bien y mal, identificar los aprendizajes útiles  y buscar recursos nuevos para seguir avanzando en la dirección de nuestras metas.

¿Cómo afilar el hacha?

Te hago un ejemplo. Si estás estudiando 10 horas al día, no significa que sean bien empleadas. A lo mejor ha llegado el momento de para y ver si hay herramientas que no estés empleando que podrían mejorar la calidad de tu estudio reduciendo los tiempos. 

Las técnicas de aprendizaje rápido son una forma de afilar el hacha en el estudio

Sé que, al principio, cuando apliques las técnicas por primera vez, te costará alejarte de tu método de estudio de toda la vida. Sin embargo, con un poco de constancia, paciencia y práctica, dejarás de tener la impresión de que estás “gastando tu tiempo”, y cada una de estas técnicas se transformarán en la mejor manera de afilar tu hacha y te permitirán «cortar muchos más árboles» de los que harías sin parar. 

 

Para y busca tu forma de afilar tu hacha

Tómate un momento para ti. Para, tómate una mañana lire para analizar y buscar nuevos recursos, herramientas e ideas para acercarte a tus metas de la forma más efectiva posible.

Un abrazo mágico

Federica