AUTOEXIGENCIA: CÓMO GESTIONARLA

Así como los niños se creen a los reyes magos, yo durante mucho tiempo me he creído a Wonder Woman…aquí en España es conocida con el nombre de la mujer maravilla. ¿Te suena? En realidad, la wonder woman a la que yo creía, no era exactamente la misma mujer del célebre comics, sino que a una versión perfecta de mi misma: Wonder Federica.

Wonder Federica era la mujer perfecta en todo momento: hija ideal, amiga del alma, amante, esposa cariñosa, dulce, inteligente, en forma, siempre lista para escuchar a los demás, buena en el trabajo, tolerante, amorosa, brillante, empática, creativa, original, atlética…..y podría seguir llenando 10 páginas….Naturalmente, esta mujer no solo no era yo, sino que no existe.

Hasta que me diera cuenta de mi exagerado NIVEL DE AUTO EXIGENCIA conviví con un constante sentimiento de frustración y de insatisfacción.

Si en el trabajo las cosas no me salían perfectas o si discutía con mi pareja y no conseguía gestionar la situación de la forma que quería, mi válvula de escape era la comida dulce. No comía de forma descontrolada,  pero refugiarme en este tipo de comida alimentaba aún más mi sensación de insatisfacción, porque no me estaba cuidando de la forma que quería. También era una experta en maltratarme psicológicamente, utilizando un vasto repertorio de frases ideales para echarme la bronca, para luego hundirme con una avalancha de pensamientos negativos. Cuanto más me hundía, cuanto más me sentía frustrada y me consolaba con algo dulce. Estaba metida en un BUCLE, solo que no era consciente de ello.

A menudo corremos detrás de una imagen de nosotros mismos, el YO IDEAL, que no encaja con la realidad, el YO REAL. ¿Te suena todo esto?

Muchas veces las EXPECTATIVAS DEMASIADO ALTAS acerca de nosotros o simplemente el no ver los resultados que tenemos cuando queremos, son TRAMPAS que a menudo nos desaniman y hacen que dejemos el camino hacia nuestra mejor versión.

Cuanto más grande es el desnivel entre los dos “yo”,  cuanto mayor es el sentimiento de frustración, insatisfacción o culpa que sentimos. Para que se cree un equilibrio entre ellos podemos bajar nuestro yo ideal y subir el yo real.

Subiendo el “yo real” nos estimulamos a mejorar y a sacar lo mejor de nosotros con el objetivo de ser mejores personas. Bajando el “yo ideal” nos entrenamos a ser flexibles y más tolerantes con nosotros mismos, a darnos cuenta de que todo es aprendizaje que nos sirve para avanzar.

La pregunta de hoy es: ¿CUÁNTO GRANDE ES EL DESNIVEL ENTRE TUS DOS YO? ¿CUÁNDO TE DAS CUENTA DE ELLO?

Comparte tus respuestas en los comentarios aquí abajo para seguir jugando juntos. En el próximo video te hablaré de cómo hacer para que tus yo ideal y tu yo real hagan la paz de una vez.

Hasta entonces un abrazo muy cariñoso

Federica