Cuando hacemos algo nuevo nuestro cerebro crea una nueva conexión entre dos o más neuronas. Esta conexión se llama CIRCUITO NEURONAL.

Un circuito se forma de manera espontánea y, cuanto más lo estimulamos, más fuerte y sólido se hace. La forma de estimularlo es simplemente repetir la acción que lo ha generado.

Piensa en un SENDERO. Cuanto más lo pises, más su trayecto se va delineando.

Si al revés dejas de hacerlo, poco a poco la hierba empezará a cubrirlo y con el tiempo dejará de verse.

Los circuitos neuronales son como los senderos. Hay algunos muy antiguos y otros recién nacidos. Los antiguos son aquellos hábitos ya bien consolidados en nuestra vida.

Los nuevos son todo lo que hacemos de manera aislada y pueden seguir dos caminos diferentes:

1. Consolidarse si empezamos a repetirlos,
2. Desaparecer si dejamos de estimularlos.

La ciencia hoy en día ha descubierto que cuando hacemos algo y cuando imaginamos hacerlo, estimulamos el mismo circuito neuronal.En otras palabras la mente no es capaz de distinguir entre una experiencia real y otra vívidamente imaginada.

Utilizando este principio, si imaginas de manera constante y detallada el hábito que te gustaría tener, para tu mente será como si lo estuvieras haciendo de verdad.

Imagínate que tu malos hábito sea lo de comer con ansiedad, mientras que lo que te gustaría incorporar fuera lo de comer de manera lenta y consciente.

Muy bien. Siéntate cómodo, cierra tus ojos  y toma tres respiraciones profundas.

 Ahora imagina que es la hora de cenar. Acabas de prepararte, con mucho cariño, una cena deliciosa. En vez que empezar a comer de forma automática, te tomas unos segundos para respirar profundamente y para disfrutar del perfume de la comida que tienes delante de ti. Su aroma envuelve todos tus sentidos y notas como tu salivación va aumentando poco a poco. Entonces coges el tenedor y cortas lentamente un primer trozo, un trocito pequeño, del tamaño ideal para poder disfrutar de su sabor y de su textura. Lo acercas lentamente a tu boca y lo saboreas masticándolo muy despacio, disfrutando de su sabor durante unos largos minutos. Entre un bocado y otro dejas el tenedor en la mesa y sigues disfrutando de su sabor, hasta que no lo hayas completamente triturado con tus dientes. Notas como, comiendo lentamente, tu estómago se va llenando de manera equilibrada, dejándote una sensación de paz y relajación.

Abre los ojos. ¿Te gustaría que esta situación imaginada se transformara en tu realidad?

Todas las veces que visualizas esta situación es como si te estuvieras ENTRENANDO a actuar de esta manera.

Si quieres consolidar tus nuevos hábitos (tanto visualizándolos como haciéndolos de verdad), necesitas repetirlos todos los días, posiblemente a la misma hora, durante un mínimo de 21-30 días.

Practica y visualiza, alimentando tu imaginación y aprendiendo a alcanzar tus metas divirtiéndote, transformando en juego lo que antes veías como obstáculo. Aprende a desarrollar todas las capacidades de tu mente y te sorprenderás de lo mucho que puede cambiar tu vida.

Comparte tus ideas en los comentarios aquí abajo, para seguir jugando juntos

Hasta el próximo video un abrazo muy cariñoso

Federica