La rutina de cada uno de nosotros está hecha de pequeñas cosas que repetimos constantemente, todos los días a la misma hora, de forma automática, sin darnos cuenta y sin mucho esfuerzo. Me refiero a los HÁBITOS DIARIOS que son parte integrante de nuestra vita.
Hay algunos buenos que nos apoyan, como por ejemplo ducharnos, lavarnos los dientes, ir al gimnasio, ir a trabajar, leer un buen libro (cada uno tiene los suyos), y otros malos como fumar, comer chocolate cuando llegamos a casa cansados del trabajo, tirarnos en el sofá a ver la tele comiendo patatas fritas etc etc.
¿Qué tienen en común? A primera vista parece que nada, pero en realidad los dos tipos de hábitos, los buenos y los malos, se han formado de la misma manera: repitiéndolos con constancia y frecuencia. ¿Y por qué se han formado? Para cubrir una ESPECÍFICA NECESIDAD que en un momento dato de nuestra vida estaba ABIERTA; en realidad hemos creado un hábito negativo con una INTENCIÓN POSITIVA.
Sí, porque detrás de un hábito malo se esconde una intención positiva: de alguna forma traemos alguna ventaja portándonos así.
En el caso de los hábitos buenos esto es más evidente y fácil de entender:
Nos lavamos los dientes todos los días porque, desde que erábamos niños, nuestros padres nos enseñaron a hacerlo y nos “obligaron” a repetirlo todos los días hasta que un día empezamos a hacerlos sin preguntarnos el porqué.
Ahora que somos adultos seguimos lavándonos los dientes para cuidar de nuestra salud dental (NECESIDAD ABIERTA) y haciéndolo obtenemos la ventaja de sentirnos a gusto, con el aliento fresco y limpio (INTENCIÓN POSITIVA).
En el caso de los hábitos malos el mecanismo de nuestra mente es exactamente el mismo.
Imagínate que María con los 17 años haya empezado a fumar para sentirse integrada en grupo de coetáneos.
Al principio no le gustaba la sensación del humo que entraba dentro sus pulmones; le entraba ganas de toser y de no volver a fumarse otro pitillo…Pero por detrás su necesidad de pertenencia a un grupo, la necesidad de sentirse reconocida y perfectamente integrada, era muy fuerte. Fumando se sentía aceptada, guay, al seguro.
María empieza a fumar en todas las reuniones con sus colegas, luego el tiempo pasa, llega la universidad y la necesidad de integrarse en otro grupo. ¿Y qué hace? Se enciende un cigarro porque la hace sentir segura, tranquila, relajada.
Simplemente repitiendo constantemente algo en el tiempo este algo se ha transformado en parte de ella de una forma tan profunda que ahora se enciende un cigarro de forma automática en todas las ocasiones sociales y casi le parece que no puede disfrutar de estas situaciones sin un cigarro.
La mente es muy poderosa y cuando tomamos consciencia de sus mecanismos y de cómo funcionan, entonces retomamos el control sobre ellos y podemos cambiarlos.
¿Cómo cambiar un hábito malo?
El primer paso es lo de darnos cuenta de cual son los hábitos que nos afectan.
Acaba de empezar un nuevo año: ¿No sería fantástico si pudiéramos elegir que hábitos malos eliminar de nuestra vida y cuales tener? ¿Y aún más cuales nuevos integrar?
Me encantaría que cogieras papel y lápiz y diseñaras esta tabla:
HÁBITO MALO | NECESIDAD | INTENCIÓN POSITIVA | NUEVO HÁBITO |
En la primera columna identifica cuáles son tus hábitos malos, aquellos que crees que te están dificultando el desarrollo de tu mejor versión y tu crecimiento personal, o simplemente aquellos que ya no quieres tener en tu vida.
Ahora que has tomado consciencia de ellos reflexiona sobre el porqué de su existencia: ¿Porque un día en tu pasado empezaste a hacer esta cosa?
¿Cuál era la necesidad que intentabas cubrir?
¿Seguridad, Pertenencia, Reconocimiento…?
Es muy importante darte cuenta de esto porque para cambiar algo no tenemos sólo que reconocerlo sino que aceptarlo también.
Una vez que tengas clara la necesidad que te ha empujado a crear tu hábito malo piensa en cual era tu intención positiva. Para hacerlo encuentra la respuesta a las preguntas: ¿De qué me estaba alejando? ¿A que estaba intentando acercarme?
¿Te sentías solo y empezaste a comer de forma descontrolada chuchería para llenar este vacío y para dejar de sentir esta soledad dentro de ti?
Siempre hay una intención positiva en lo que hacemos. Esto no significa que lo que hagamos sea bueno y justo, simplemente que lo hacemos para sentirnos bien o para dejar de sentirnos mal.
¡Y ahora haz que el artista que está en ti pueda expresarse!
Elige hoy nuevos hábitos que puedan cubrir tus necesidades pero de FORMA POSITIVA!
Si por ejemplo María comiera chocolate cuando vuelve a casa del trabajo, porque se siente muy estresada, podría encontrar un nuevo hábito positivo para liberarse del estrés! Podría, por ejemplo, prepararse un baño calentito con sales perfumadas, velitas y música relajante.
Busca dentro de ti, mira con ojos conscientes tus hábitos malos y transfórmalos hoy en algo nuevo y bueno para ti.
No te olvides que para que se transformen en hábitos tendrás que repetirlos con una cierta frecuencia y constancia: solo así algún día serán parte integrante de ti!
Los malos al principio seguirán en tu mente, te tentarán, pero te puedo asegurar que si eres constante ¡VAS A GANAR TU!
Con cariño
Federica