Escribo este artículo con el corazón lleno de felicidad, gratitud y conmoción. El día de mis cumpleaños ha empezado de la manera más bonita e inesperada. Mi marido me despierta a las 6.30 con un dulce beso y me trae el ordenador en la cama para que vea un VÍDEO…el regalo más bonito que pudiera hacerme!
En este vídeo me felicitaban, por mi 35 cumpleaños, muchas personas a las que quiero, cada una diciéndome algo bonito y recordando muchos MOMENTOS COMPARTIDOS.
Ha sido muy conmovedor escuchar las dulces palabras de mi familia, compañeros, amigos…y de mi marido. De repente sentí claramente cuanto poder tiene el AMOR, cuanto puede SANAR NUESTRAS HERIDAS y de cómo puede transformarnos en PERSONAS MEJORES.
Y lo más importante de todo: que sembrando amor se recoge amor.
Estoy convencida que el ser humano es capaz de amar sin límites y es cuando se consigue amar de FORMA DESINTERESADA, sin esperarnos nada a cambio, que entonces pasan los milagros.
Para mí ha sido una verdadera MAGIA la de recibir tanto cariño en este día tan especial.
Me siento muy afortunada por tener a mi lado un hombre que haya sabido bajar en el profundo de mi corazón cogiendo la esencia, dándose cuenta de que lo que más me hubiera hecho feliz en este día no hubiera sido un regalo, ni un objeto, sino sentir el cariño de las personas a las que quiero, las de toda la vida y las que la vida misma me ha regalado viniendo a vivir en este país, en esta ciudad en la que me siento cada vez más amada: Sevilla.
Tenemos en nuestras manos una VARITA MÁGICA y muchas veces no nos damos cuenta: es nuestra capacidad de amar, amarnos a nosotros mismos y a los demás.
¿Cómo sería el mundo si consiguiéramos amar de forma desinteresada?
¿Cómo cambiarían las cosas si pudiéramos vivir todas las relaciones con el mismo cariño, amor y ganas de sorprender con el que tratamos a la persona más importante de nuestra vida?
Ojalá consiguiéramos mirar a los demás, con la consciencia de que estamos todos en el mismo barco, con las mismas ganas de ser felices, de ser amados, con los mismos sentimientos, con los mismos miedos, a la soledad, al cambio, a la muerte…
En estos tiempos de malas noticias y de violencia quizás nos fijamos más en el otro lado del ser humano, en la cara obscura que realmente nada tiene de humano.
Con este articulo os pido que desde hoy, desde este preciso momento, focalizamos nuestra energía en nuestra “cara luminosa” y que empezamos, como dijo Ganghi, a “SER EL CAMBIO QUE QUEREMOS VER EN EL MUNDO”.
Un día vi una película que me impactó y de la que intento acordarme todos los días: se llama “CADENAS DE FAVORES” (“UN SOGNO PER DOMANI” in italiano) y habla de un niño de 12 años que, para realizar una tarea del colegio, en la cual debía crear una idea de cómo podían mejorar el mundo, se le ocurre la idea de formar una cadena de favores.
Esta consistía en hacerle un gran favor a tres personas y esta le pagaría este favor a otras 3 tres.
¿Te imaginas si hoy pusiéramos en marcha algo parecido? Aunque fuéramos sólo tú y yo, esto ayudaría a 6 personas y estas 6 personas aumentarían de forma exponencial…¡Así de sencillo!
No estoy hablando de hacer grandes favores (o si), cualquier gesto estaría bien:
ayudar a tu vecina a llevar las bolsas de la compra, mirar a los ojos a aquel mendigo que toca la guitarra en tu barrio pidiendo limosna y en vez que darle solo dinero, escucharle , regalarle una sonrisa y comprensión.
…………Podría ser tener un detalle bonito con tu pareja, a lo mejor regalarle un día especial y sorprenderle con algo que le haría mucha ilusión…..
………..Llamar a aquella amiga que hace mucho que no sientes y hablarle y escucharle con el corazón, con la intención de apoyarla y comprenderla….
……Ayudar a un desconocido que está en dificultad……
Hay miles de manera para poner en marcha un cambio y te puedo asegurar que, si lo hacemos de forma desinteresada, llega un momento en el que este amor vuelve a ti de forma aun más grande dejándote sin palabras y con el corazón lleno de GRATITUD y PAZ.
Empieza hoy a fijarte en el momento presente, no solo en ti sino también en todos los que te rodean o que se cruzan de manera casual en tu vida.
No existen las casualidades, todos estamos conectados y estamos aquí para apoyarnos el uno al otro.
Con cariño
Federica