Ya ha legado el verano y las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Este período, que coincide con el final del curso académico, ha representado siempre para mí la oportunidad para RECARGARME LAS PILAS y para aclarar las ideas sobre las nuevas actividades para septiembre.
Es una temporada que normalmente está acompañada con un buen viaje, quizás en un lugar lejano, ideal para enriquecerme como persona y para encontrar nuevas inspiraciones e ideas.
Han quedado atrás aquellos tiempos en que las vacaciones de verano duraban tres meses y en que el tiempo parecía ir en cámara lenta… Ahora tengo sólo unas pocas semanas.
Quizás sea por esta razón que quiero disfrutar de cada minuto, porque soy CONSCIENTE de que cada experiencia vivida es única.
¿Qué hace que las vacaciones sean tan especiales?
¿Es solo el hecho de no trabajar que hace mágico este momento del año?
Creo que el factor determinante radica en que podemos tomar tiempo para nosotros mismos y hacer lo que más nos gusta: disfrutar de nuestra familia, amigos, leer un libro, descubrir nuevos lugares y personas …
Estas semanas están coloreadas por miles de de ESTÍMULOS NUEVOS: ellos son la CHISPA que enciende un fuego ardiente de energía nueva.
Es como si el tiempo comenzara a FLUIR más lentamente y el ritmo de vida nos permitiera conectar con nosotros mismos.
Conectar y encontrar tiempo para nosotros mismos nos da la posibilidad de recargarnos profundamente y la oportunidad de CONOCERNOS MÁS Y MEJOR.
Cuando empezamos a conocernos entonces aprendemos a ENTENDERNOS y a RESPETARNOS.
¿Cuánto tiempo dedicas a ti mism@ en tu día a día?
A menudo tengo la sensación de que se viva a un ritmo frenético y acelerado, perdiendo de vista las cosas importantes para centrarse solo en las urgentes.
Veo a muchas personas que ha dejado de ser “SERES HUMANOS” para transformarse en “HACERES HUMANOS”.
Pienso que es fundamental comprometernos de verdad en nuestro trabajo y en la realización de nuestros objetivos, pero también creo que cuando se nos olvida escuchar a las DEMANDAS DE NUESTRO SER, entonces perdemos aquella chispa que hace la diferencia entre una existencia vivida plenamente y otra en la que solo se ha sobrevivido.
No subestime la importancia de dedicar tiempo para ti mism@.
No hace falta esperar a las vacaciones para hacerlo, pero si todavía no lo has hecho puedes aprovechar de ellas para empezar.
Transforma tus vacaciones de verano en una oportunidad para reencontrarte a ti mism@, para cuidar de tu cuerpo y de tus pensamientos, y para dar espacio a tu parte espiritual.
No estoy hablando de religión, escoge la que más te guste. Con la palabra ESPIRITUALIDAD me refiero a la relación más íntima contigo mism@ y con la vida.
Dedícate un tiempo cada día, construye un “ESPACIO SAGRADO” que sea solo para ti, donde escucharte a ti mism@, entender lo que sientes, lo que quieres, un lugar para plasmar tus sueños y para recargarte física y mentalmente.
El otro día una amiga muy querida me preguntó cómo hacer para quererse a uno mismo.
Entonces le pregunté: “¿Qué haces cuando le quiere a alguien?
Me contestó: “comparto momentos especiales, le apoyo y le doy mi cariño…”
¿Porqué no hacer lo mismo con nosotros? Dedicarnos aquellos momentos especiales es el primer paso para aprender a tratarnos con cariño y con comprensión.
Encuentra la manera de hacerlo: te aseguro que también la rutina diaria puede ser llena de pasión y de estímulos nuevos.
Sólo depende de ti.
Con cariño
Federica
Medita 15 min al día; si estás muy ocupado, entonces 30, ;).
(Estoy por móvil).
Un abrazo!.
Totalmente de acuerdo!