TRUCOS PARA NO ENGORDAR EN NAVIDAD

ITALIANO

Las fiestas Navideñas ya están aquí, a la vuelta de la esquina! Ya han empezado las grandes comidas de Navidad con amigos, compañeros del trabajo, compañeros de la universidad, familia….esto es sólo el principio. Ya te lo estás imaginando, ¿verdad?

Platos de jamón recién cortado, gambas sabrosas, surtidos de quesos que se deshacen en tu boca….Cervecitas frías, copas de vino tinto, afrutado, seco o dulce…..Polvorones, mantecados, mazapanes, turrones y para acabar el Roscón de Reyes…….¡Qué bueno todo! Y es aún más bueno por disfrutarlo al lado de la gente a la que queremos.

¿Cómo vives las comidas de Navidad? ¿Son para ti momentos placenteros y de total disfrute?  ¿Te ha pasado alguna vez de quedarte con un sentimiento de culpa por haber comido en exceso, haber cogido un par de kilos y no haber sabido controlarte?

He pasado muchísimos años de mi vida en continuo conflicto con la comida, luchando y conviviendo con este sentimiento de culpabilidad por haber comido demasiado o mal, por haber engordado o simplemente por no haber sabido respetar los límites.

Pero ¿quién define los límites? En mi caso fueron la auto-exigencia, las expectativas de la sociedad en la que vivimos, que valora más un cuerpo bonito que una mente brillante y un corazón grande, y la búsqueda de una perfección que no existe.

Sólo cuando aprendí a ACEPTARME entonces aprendí a quererme por la que soy, por fuera y por dentro.

Es sólo aceptándonos que podemos RESPETARNOS, y desde allí CUIDARNOS y MEJORARNOS.

Comer es uno de los grandes placeres de la vida y al mismo tiempo es una de las maneras más directas que tenemos para cuidar de nuestro cuerpo.

En este artículo te voy a dar unas pautas de COACHING NUTRICIONAL  para que puedas disfrutar de tus comidas de Navidad y gestionar los excesos alimenticios.

Espero que te sirvan también para transformar tus comidas diarias en momentos para cuidarte y quererte más.

Las Navidades sólo son una vez al año: ¡disfrútalas!

1. COME DE FORMA CONSCIENTE

Muchas veces comemos de forma automática, poco consciente, distrayéndonos con otras actividades (hablar, televisión, pensamientos).

Aprende a comer lentamente, saboreando cada bocado; mastica muchas veces y deja el tenedor en la mesa entre un bocado y otro. No hay prisa para acabar la comida que tienes en plato, lo único importante es disfrutar lo que estás comiendo.

2. ELIGE TU COMIDA Y LLENA TU PLATO SÓLO UNA VEZ

Casi siempre, en las comidas Navideñas, hay tantas cosas por elegir arriba de la mesa que nos entra la ansiedad por probarlo todo. Pero elige  la comida que te guste de verdad, la que estás deseando realmente comer.

Llena tu plato con un poquito de cada una.

Muchas veces comemos más de la cuenta porque seguimos rellenando el plato más y más veces.

Llena tu plato una vez y come de forma consciente lo que has elegido para ti.

3. GESTIONA LA BEBIDA

La mayoría de las veces, a parte la comida, el factor de descontrol es la bebida.

Fíjate en la calidad en vez que en la cantidad. Por ejemplo si eres un amante del vino deleitate con uno especial que no sueles beber todos los días y disfrútalo plenamente.  Tómate un par de copas y acompaña el resto de la comida con unos vasos de agua: te ayudarán a no exceder con el alcohol y con los refrescos y a darte una rápida sensación de saciedad.

4. APRENDE A COMBINAR LA COMIDA

En las comidas de Navidad se suelen comer alimentos muy grasos y con alto valor calórico. Acompáñalos siempre con fibra (verduras, alimentos integrales) para ralentizar su absorción y evitar así el pico insulinémico.

Por ejemplo acompaña siempre un plato de carne grasa  con una buena ensalada o uno de pasta con verduras poco aliñadas.

5. CONTROLA LOS ALIÑOS

Si estamos comiendo fuera, en un restaurante o en casa de amigos, no podemos controlar las cantidades de aceite que se han utilizados para cocinar o para aliñar los alimentos. Lo que si podemos hacer es compensarlo.

Por ejemplo si comemos fuera al mediodía, por la noche compensaremos utilizando poco aceite y comiendo alimentos de origen vegetal.

6. ESCÚCHATE

Muchas veces nuestro cuerpo físico nos pide específicas comidas en relación con nuestro estado fisiológico. Otras veces es nuestro cuerpo emocional que nos pide algo y a menudo confundimos su voz con la del cuerpo físico.

Cuando son las emociones que hablan y no nuestro cuerpo es importante aprender a reconocer esta voz, reconocer la emoción y darle la bienvenida.  Nuestro cuerpo emocional no tiene boca y no come comida.

¿Cuántas veces nos ha pasado de sentirnos tristes y consumir chocolate buscando consuelo,  intentando rellenar una sensación de vacío o queriendo evadir de nuestras preocupaciones?

Aprende a escucharte para tomar consciencia de cómo te sientes y de que es lo que necesitas realmente.

7. INCORPORA NUEVOS HÁBITOS PARA CUIDARTE

Haz una lista hoy mismo de 3 cosas que puedes hacer diariamente para cuidarte, quererte y respetarte.

Pueden ser cosas relacionadas con tu cuerpo (por ejemplo andar 30 minutos todos los días, comer de forma más saludable) o algo relacionado con tu parte mental o espiritual (escuchar tu música preferida, meditar todos los días 15 minutos).

¡Elige hoy tus nuevos hábitos para aprender a cuidarte!

8. DEPURATE

En Navidad son muchas las ocasiones para beber o comer demasiado.

Empieza en estos días a integrar pequeños hábitos para ayudar tu cuerpo a depurarse y entonces a sentirse mejor, lleno de fuerza y de energía.

– Cuando te levantas, en ayuno, tómate un vaso de agua temblada con el zumo de medio limón.

El limón, a parte de aumentar tus defensas por el aporte de vitamina C, tiene un efecto depurativo sobre hígado e intestino.

– Por la noche o por la tarde tomate una taza de TÉ BAN-CHA.

Es una calidad de té verde muy rica de minerales (calcio, magnesio, potasio) y tiene una baja concentración de teína. También tiene un efecto diurético, antioxidante y suele bajar los niveles de colesterol.

Puedes dejar en infusión con el te unos  trocitos de jengibre fresco, optimo anti-inflamatorio y depurativo natural.

9. MUÉVETE

Estás esperando que empiece el nuevo año para apuntarte al gimnasio o para empezar a hacer deporte? ¡Empieza ya!

No hace falta  entrenarse para hacer el IRON MAN, simplemente comenzar a moverte en tu día a día.

Empieza a subir las escaleras en vez que utilizar el ascensor, dar un paseo por la tarde en el parque que está al lado de tu casa o por el centro.

Si tienes la posibilidad de ir al gimnasio descubre una clase que te encante.

La clave está en disfrutar, en hacer algo que nos haga sentir bien, a gusto con nosotros mismos y entonces con los demás.

Te deseo unas Felices Fiestas!

Con cariño

Federica