A menudo discutimos con nuestros seres queridos y, a causa de los malentendidos que nacen de allí, acabamos por alejarnos de ellos o nos disgustamos simplemente por las discusiones que no hemos sido capaces de evitar.
Cada persona somos UN MUNDO, tenemos una precisa historia y una MOCHILA EMOCIONAL que cargamos en nuestros hombros.
Al juntarnos, los dos mundos se encuentran y, por cuanto parecidos puedan parecer al principio, sin duda tienen muchas diferencias: experiencias, historias, pensamientos, hábitos, creencias, opiniones, aficiones…
Estas diferencias pueden chocar y crear conflictos, pero también nos brindan la posibilidad de ABRIR NUESTRA MENTE, enseñarnos otra manera de ver el mundo y enriquecernos profundamente….Al fin y al cabo de CRECER.
Los conflictos, y los problemas con ellos relacionados, nacen cuando intentamos que el otro vea nuestro mundo a través de nuestros ojos, de nuestras gafas particulares, sin contar con que existen lentes de colores diferentes.
Durante mi formación en Coaching y en PNL una de las primeras cosas que descubrí fue que el MAPA NO ES EL TERRITORIO.
Esto significa que aunque yo me comprometa en dibujar un mapa detallado de una zona específica, nunca será perfectamente igual al territorio geográfico. Cada uno dibujará su propio mapa según su punto de vista.
Lo mismo pasa cuando hablamos y utilizamos idiomas diferentes.
Una misma cosa puede ser definida con palabras diferentes según el idioma que estoy utilizando.
Si digo “amigo” en esoañol y un inglés dice “friend” estamos diciendo lo mismo pero utilizando idiomas (mapas) diferentes. Si yo no conozco el inglés no podré intender lo que la otra persona me está diciendo y acabaré para interpretar sus palabras según mi propio criterio.
Lo mismo pasa también con las relaciones personales.
La base de todas discusiones y de todos los malentendidos que de allí surgen, reside en el hecho de que cada uno habla su idioma y se ha olvidado que, para intender al otro, también es importante conocer a su idioma.
En este artículo quiero dejarte un pequeño ejercicio que espero pueda serte útil para aprender a descubrir el mapa del otro y así poder resolver y gestionar todos los conflictos que a menudo tienen el efecto de alejarnos el uno del otro.
Cierra los ojos y piensa en una situación específica en la que hayas discutido con un ser querido.
Puede ser tu marido, mujer, hijo, amiga….no importa quien, el importante es que tengas clara en tu mente la imagen de lo que pasó.
¿Qué ves?
¿Que escuchas?
¿Que sientes?
¿Que percibes?
Porque crees que el otro esté reaccionando de esta manera? ¿Y tu porque reaccionas así?
Cuando puedas visualizar de forma clara esta situación ponte estas preguntas:
¿Que hubiera necesitado para reaccionar de forma diferente y para evitar que la situación degenerara?
Más paciencia, ¿quizás? ¿Más tranquilidad? Más seguridad? Más comprensión?
¿Que hubieras podido hacer para tener este recurso?
Coge papel y lapiz y escribe todas las respuestas.
Ahora vuelve a cerrar los ojos y imagina la misma situación pero esta vez desde OTRA PERSPECTIVA. Esfuérzate de ver la situación a través de los ojos de la persona que tienes en frente, como si entraras en su cuerpo y te transformaras en ella. Piensa en su historia personal, en sus valores, creencias, fortalezas y debilidades.
¿Qué ves? ¿Que escuchas? ¿Que sientes? ¿Que percibes?
¿Porque crees que el otro esté reaccionando de esta manera?
¿Y tu porque reaccionas así?
¿Que hubiera necesitado para reaccionar de forma diferente y para evitar que la situación degenerara? Más paciencia, ¿quizás? ¿Más tranquilidad? Más seguridad? Más comprensión?
¿Que hubieras podido hacer para tener este recurso?
Ten cuidado a no salir de su mapa. No mires a través de tus filtros sino que a través de los suyos.
Coge papel y lapiz y escribe todas las respuestas.
Ahora cierra otra vez los ojos y imagina de transformarte en una TERCERA PERSONA, en un observador externo que mira la escena de dos personas que están discutiendo (tu y tu ser querido) desde unos metros de distancia.
Preguntate:
¿Que ves? ¿Porqué crees que están discutiendo?
¿Que crees que hubieran necesitado estas dos personas para actuar de forma diferente y poderse comunicar de forma mejor?
¿Que recurso necesitarían para gestionar el conflicto de forma constructiva?
Escribe tus respuestas.
Ahora vuelve a leerlas todas y dime:
¿Quién crees que podría cambiar esta situación?
Naturalmente la respuesta es: TU.
Tu eres la única persona que puede hacerlo porque ahora sabes lo que necesitas. Has identificado el recurso que te ha faltado durante el conflicto y, ahora que lo has identificado, puedes entrenarte en desarrollarlo.
Recuérdate que el primer paso para cambiar algo es cambiar tu actitud hacia ella.
Este ejercicio te ayudará a meterte en los zapatos del otro, intuir su mapa mental y al mismo tiempo aprender a ver la situación desde una META-POSICIÓN, como si fueras un observador no implicado.
Esto te ayudará a gestionar tus conflitos y sobretodo a transformarlos en una oportunidad de acercamiento y de crecimiento de la relación.
Con cariño
Federica