Llevaba años queriendo crear una rutina de la mañana que me ayudara a estar más concentrada a lo largo del día, a sentirme con más energía y vitalidad y a mantener el foco en las cosas importantes.
En el libro de Robin Sharma, EL CLUB DE LAS 5 DE LA MAÑANA, encontré un método muy fácil para hacerlo. ¡Por fin lo conseguí! Llevo más de un año con esta rutina y te prometo que marca una gran diferencia en mi vida. Hoy te hablaré del MÉTODO 20/20/20. Te va a encantar.
El denominador común del éxito, reside en tener determinados hábitos diarios que la mayoría de la gente no tiene ganas de tener.
Con esta frase Robin Sharma pon el foco en lo importante que es crear determinados hábitos.
El primero consiste en despertarnos temprano, de ahí el «club de las 5 de la mañana».
No te preocupes, no hace falta que sean las 5:00. Pero sí que es importante que sea antes de que todo el mundo se despierte, sobre todo si tienes hijos o si vives con alguien, ya que entonces vas a tener más distracciones y menos tranquilidad para hacer lo que ahora voy a explicarte. Yo, por ejemplo, suelo despertarme entre las 6:00 y las 6:30.
Tómate una hora para ti por la mañana, nada mas despertarte
Al despertar temprano, tómate la primera hora sólo para ti. Va a ser tu hora sagrada para incorporar el «RITUAL» 20/20/20.
Divide esta hora en tres bloques de 20 minutos cada uno.
Bloque #1: Haz ejercicio
Durante los primeros 20 minutos haz algo de deporte de cierta intensidad. Por ejemplo, sal a correr, haz unas secuencias de yoga o, como yo, descárgate alguna clase del gimnasio con ejercicios variados.
A lo mejor te estás preguntando: «Federica, pero antes de desayunar?» Sí. Sé que te puede parecer una locura, pero es menos duro de lo que parece. ¡Prueba! después te vas a sentir genial. Tu cuerpo se habrá despertado por completo, ya no tendrás sueño. Además tendrás un chute de endorfinas, que son la sustancia del bienestar, ya que son analgésicos naturales. El ejercicio va a tener un impacto positivo sobre tu capacidad de concentración…Y esto está comprobado por los últimos estudios de Neurociencia.
¿Te parece demasiado 20 minutos? Empieza con 10 o con 15. Te aseguro que se irán volando y que ya no podrás vivir sin ellos.
Bloque #2: Reflexiona
Los siguientes 20 minutos dedícalos a la meditación. Te prometo que desde que medito todos los días, ha mejorado muchísimo mi capacidad de gestionar mis emociones, mi creatividad y mi concentración. También ha ha bajado mi nivel de estrés y la tendencia a perder el tiempo.
Si no sueles meditar Robin nos aconseja poner en práctica dos ejercicios concretos.
1. Busca 3 motivos para sentirte agradecido/a. Pero no se trata solo de buscarlos, sino de conectar con el sentimiento relacionado, como si volvieras a revivir este momento. Yo suelo buscar una cosa relacionada con mis seres queridos, otra con mi vida profesional y otra con mi desarrollo personal. Pueden ser pequeñas cosas, como la sonrisa de un desconocido en la calle, un café calentito por la mañana, una llamada inesperada, un abrazo, etc.
Puedes hacer este ejercicio por escrito o mentalmente.
2. Crea tu día ideal. Usa el poder de tu imaginación para visualizar la mejor versión de tu día. Para que sea más fácil, divide el día en 3 bloques (mañana, tarde y noche, por ejemplo) y piensa en cada uno de ello, centrándote en las pequeñas cosas.
Puede ayudarte usar la frase: «no sería bonito si….»
Este ejercicio está siendo mágico para mí. No quiero decir que todo lo que visualizo se hace realidad. No, la vida no funciona así. Pero te puedo asegurar que saldrás de tu casa con una actitud muy constructiva, con la sonrisa y con el buen humor. Y ya sabes que la actitud es clave ya que va de la mano de la acción. DESCUBRE PORQUE AQUÍ.
Bloque #3: Aprende
Los últimos 20 minutos dedícalos en aprender algo nuevo. Aprender es la clave para cambiar y para crecer. Así que aprovecha estos minutos para leer las páginas de un libro, ver un tutorial en youtube, estudiar algo.
Cuando acabe esta primera hora de la mañana te darás cuenta de lo bien que te sientes: fuerte físicamente, centrado/a mentalmente, orgulloso/a de ti por las nuevas cosas aprendidas.
Esta rutina de la mañana es la que, día tras día, está cambiando mi vida hacia mejor. Me siento bien conmigo misma, más segura de mí y con más confianza en mis capacidades. Porque piénsalo un instante: si somos capaces de empezar el día de esta manera, ¿te imaginas el potencial enorme que va a tener el resto del día?