Cómo superar el miedo al fracaso para dejar de procrastinar
¿Tienes la tendencia a procrastinar y a dejar para luego tareas importantes que sabes son clave para acercarte a tus metas personales o profesionales? Si es así quiero que sepas que no estás sol@. Procrastinar es una conducta más común de lo que crees. En este artículo, quiero contarte cómo superar el miedo al fracaso, una de las tres causas de la procrastinación, y así avanzar con más confianza hacia tus metas personales y profesionales.
¿Por qué procrastinamos? Los tres grandes culpables
Lo primero que hay que tener en cuenta, desde mi punto de vista y mi experiencia, es que solemos procrastinar por tres motivos principales:
- El miedo: Podemos resumir este punto con un miedo específico, el miedo al fracaso.
- La pereza: Nos cuesta encontrar la motivación para empezar frente a tareas pesadas y a veces aburridas.
- La parálisis por análisis: Nos bloqueamos al pensar en todas las posibles opciones para llevar adelante una específica tarea.
En este artículo, nos centraremos en el miedo y aprenderemos cómo transformarlo en un aliado en lugar de un obstáculo.
El miedo: Una emoción desagradable pero muy valiosa
Aunque el miedo puede parecer un enemigo, en realidad tiene, como todas las emociones, una función positiva: nos avisa de posibles peligros y nos ayuda a prepararnos. Sin embargo, si no lo gestionamos, puede paralizarnos y de allí, llevarnos a dejar para el futuro lo que tenemos que llevar a cabo ahora.
¿Qué hay detrás del miedo?
Según la autora Ana Ibáñez en su libro Sorprende a tu mente (que por cierto te aconsejo leer si te gusta aprender sobre tu mente y tu cerebro), detrás de cualquier miedo suelen estar dos temores universales:
- El miedo a que no nos quieran.
- El miedo a no estar a la altura de la situación.
Ambos miedos están relacionados con nuestra infancia. Cuando éramos pequeños necesitábamos que nos quisieran para sobrevivir, básicamente. Y para ello, era muy importante que cumpliéramos las expectativas de los demás.
Así que, a nivel inconsciente, también detrás del miedo al fracaso, están estos dos miedos más profundos. Creo que es interesante tenerlo en cuenta y ser concientes de ello.
En cualquier caso, cuando llega el miedo, el primer paso para gestionarnos es entender el mensaje que nos trae («ten cuidado, hay un posible peligro por allí») y preguntarnos:
- ¿Qué recursos necesito para enfrentar esta situación?
- ¿Qué me falta para sentirme más preparado o segura?
Cómo superar el miedo para dejar de procrastinar
La clave está en transformar el miedo en una herramienta que impulse tu acción. Aquí te dejo estrategias prácticas:
1. Pregúntate qué necesitas para sentirte preparado/a
Por ejemplo, si tienes miedo a dar una charla en inglés, identifica qué te hace falta para aumentar tus habilidades y entonces sentirte con más seguridad. Algunas actividades podrían ser:
- Escucha un podcast diario en inglés.
- Practica con un amigo o compañera nativa inglés.
- Escribe tus ideas clave y ensáyalas varias veces.
El objetivo es aprovechar el miedo para generar un plan de acción.
2. Divide tus objetivos en pasos pequeños
El miedo puede hacer que una tarea parezca inmensa. Para evitar esto, divide tus metas en pasos simples y manejables. Por ejemplo:
- Si necesitas estudiar para una oposición, empieza leyendo una página al día.
- Si quieres ir al gimnasio pero te paraliza la idea, comprométete a hacer solo 10 minutos de ejercicio.
Estas pequeñas acciones te darán confianza y te ayudarán a avanzar gradualmente.
3. Cambia tu perspectiva sobre el miedo
Recuerda: el miedo es un indicador de que algo es importante para ti. Si te da miedo enfrentarte a un examen, es porque realmente valoras el resultado; es porque esta plaza va a marcar un antes y un después en tu vida.
Usa ese indicador del miedo para avanzar con aun más convicción y motivación para actuar.
Haz del miedo tu aliado
Hace unos días escuché una frase que me gustó mucho y que dice: «Un chorro de agua no puede perforar una roca. Sin embargo, una gota de agua que cae de forma constante durante mucho tiempo, sí que puede». Las pequeñas acciones repetidas a lo largo del tiempo tienen más impacto que un esfuerzo intenso pero aislado. La constancia gana la intensidad, ¡siempre!
Si el miedo te paraliza, empieza con pasos pequeños y constantes. Usa el miedo como un aliado que te indique qué recursos necesitas y dónde enfocar tu energía.
Superar el miedo para dejar de procrastinar no se logra de un día para otro, pero es un proceso que vale la pena. Recuerda que cada pequeña acción cuenta, y que el miedo puede ser el mensaje que necesitas para prepararte mejor y avanzar hacia tus metas.
Y...¡Tachán! La magia está hecha
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Qué tengas una bonita semana
Un abrazo mágico
Federica