La semana pasada, hablando de cómo bajar nuestro nivel de estrés, te expliqué 3 técnicas para conseguirlo. Entre ellas, está la práctica de la atención plena o mindfulness. Hoy voy a explicarte cómo practicarlo en tu día a día.
La mente que divaga y la mente atenta
Una de las causa de que nos estresemos, se debe a que nuestra mente divaga constantemente, saltando de un pensamiento a otro, de un recuerdo a una preocupación, de una planificación a una fantasía que a menudo no pinta el mejor de los escenarios posibles. En otras palabras, estamos constantemente proyectados fuera del momento presente. Pero la buena noticia es que podemos entrenar nuestra capacidad para conectar con el «aquí y ahora», dejando que los pensamientos se vayan. De esto va el mindfulness: en conectar de forma consciente con el momento presente, aprendiendo a no dejarnos llevar por los pensamientos que, de forma natural, van a aparecer en nuestra mente.
Hoy voy a explicarte 3 ejercicios para hacerlo:
- La respiración atenta
- La tarea diaria
- La comida consciente
1. La respiración atenta
Respirar es algo que hacemos constantemente, sin darnos cuenta. Por esta razón, va a ser nuestra aliada para prestar atención a algo concreto que nos ancle al momento presente. Siéntate comodo/a, cierra tus ojos y presta atención a la zona de tu cuerpo donde notas más claramente tu respiración. Puede que sea la nariz, la barriga o el pecho. Simplemente nota el aire que entra y que sale. Y mientras lo haces, van a llegar varios pensamientos, es lo más normal del mundo. No tienes que luchar contra ellos. Simplemente observarlos y vuelve en seguida a conectar con cada inspiración y espiración. De esta manera, estarás educando y entrenando tu mente a quedarse tranquila. Práctica 5/10 minutos todos los días. Este ejercicio va a marcar un antes y un después en tu gestión emocional. A las pocas semanas verás un gran cambio.
Te dejo una AUDIO para que puedas empezar a practicar este ejercicio ya. Descárgalo aquí.
2. La tarea diaria
Elige una tarea diaria, algo que hagas todos los días como por ejemplo lavarte los dientes, fregar los platos, ducharte, etc.
Supongamos que hayamos elegido la de lavarnos los dientes. Podemos aprovechar esta tarea para entrenar nuestra atención plena. ¿Cómo? Empezamos a lavarnos los dientes prestando atención a una sensación específica producida por la tarea misma. Por ejemplo, puedes centrarte en el contacto del cepillo con tus encías. Cuando lleguen los pensamientos, tendrás que observarles sin juzgarlos ni implicarte en ellos: ¿Cómo? Conectando con la sensación física elegida.
2. Comer de forma consciente
Esta técnica es muy parecida a la de antes, pero la tarea es la de comer. Céntrate durante unos bocados, no hace falta toda la comida, en tus cinco sentidos. Mira la comida, huélela, tócala si puedes, saboréala intensamente y cuando lleguen los pensamientos, vuelve a conectar con cada una de estas sensaciones.
Además esta técnica es perfecta para aprender a comer lentamente y para perder peso. ¡Probar para creer! 🤩