Ayer, mientras estaba escribiendo mi libro (una novela para niños) me di cuenta de cómo surgían en mí, de forma descontrolada, muchas ideas originales.
Me sentía como si estuviera conectada a una FUENTE DE CREATIVIDAD tan fuerte que las palabras fluían como un río, de forma natural y espontánea. Sin embargo, hasta ahora, nunca me había considerado una persona creativa. Soy buena dibujando, haciendo manualidades, pintando pero, en realidad, nunca había creado nada porque lo único que hacía era copiar o inspirarme en las ideas de otras personas.
Esta es la primera vez que siento fluir dentro de mí una gran creatividad. Y entonces me pregunto: «¿Pero qué significa ser creativo?»
Proust escribió: «La creatividad no está en la búsqueda de nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos.» Y entonces me acordé de cuando era una niña y era capaz de crear un millar de inventos, cuentos fantásticos, de ver un mundo extraordinario más allá de lo que percibían los adultos.
Cuando era niña me despertaba cada día con nuevos ojos, no había ninguna rutina que me limitara y todo era una fuente de inspiración… mi mundo estaba continuamente alimentado por la FANTASÍA.
No es que yo fuera una niña especial; todos los niños saben vivir de esta manera y tienen la capacidad de sorprenderse, probar curiosidad por descubrir el porqué de las cosas, de imaginar de forma tan vivida y poderosa como para creer en duendes y hadas.
Los niños viven y aprenden jugando. La vida para ellos no es más que un JUEGO maravilloso, un experimento fascinante.
Y si todos los niños tienen esta capacidad entonces todos nosotros, como adultos, tenemos el potencial de ser personas creativas.
Si solo consiguiéramos mantener viva esta ACTITUD HACIA LA VIDA, entonces seríamos capaces de mirar cada día el mundo con ojos nuevos.
¿Cómo podemos hacer para despertar está actitud olvidada? ¿Cómo podemos estimular nuestra creatividad?
Te dejo aquí algunas ideas y algunas herramientas que espero te puedan servir.
- VIVIR TU DIA COMO SI FUERAS UN VIAJERO
¿Recuerdas el estado de ánimo y la actitud que tienes cuando te vas de viaje, a la búsqueda de nuevas culturas, tradiciones, personas y lugares?
Cuando viajamos miramos el mundo con otros ojos porque, al salir de nuestra rutina y nuestros esquemas, nos conectamos con lo más profundo de nosotros mismos. Esta parte no tiene miedo a ser juzgada, no juzga y es especialmente abierta a aprender cosas nuevas.
Cuando viajamos, al fin y al cabo, nos transformamos en niños.
Es como si se despertara en nosotros la curiosidad por todo lo que nos rodea y volviéramos a preguntarnos el por qué de las cosas.
Disfrutamos el aquí y ahora porque vivimos como en un juego, con alegría y naturalidad.
- ALIMENTA TU CURIOSIDAD
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste el porqué de algo que aparentemente no importaba?
Te hago un ejemplo.
Vivo desde hace cuatro años en una vivienda que está ubicada en una calle que tiene el nombre de una persona. Sólo recientemente me pregunté: ¿quién será esa persona? ¿Por qué se han nombrado con su nombre a esta calle?
Los niños son famosos por preguntar siempre el «por qué» de todo.
Pues empieza a hacer lo mismo, te sorprenderás de la cantidad de cosas que se pueden descubrir y aprender, y de las nuevas ideas que pueden surgir de las respuestas.
- DEDÍCALE TIEMPO A LA CREATIVIDAD
No significa apuntarse a una clase de pintura o de teatro, sino que ser receptivo y recoger nuevas ideas.
Yo, por ejemplo, llevo siempre conmigo un pequeño bloc de notas en el que apunto todas aquellas ideas que me vienen a la mente en los momentos más inusuales, tal vez cuando estoy en el autobús o de compra. También lo utilizo para anotar frases, libros, informaciones útiles.
Dedicar tiempo a la creatividad significa también hacerse un poco de tiempo a la semana para hacer lo que te gusta o que te gustaría aprender a hacer.
- NO ALIMENTES EL PREJUICIO.
Aprende a mirar lo que está a tu alrededor sin juzgar, sin pasarlo todo a través de tus filtros mentales.
Amplia su visión del mundo en 360 grados.
Aprende a hacer lo mismo cuando estás haciendo algo tú: deja de juzgarte, de ponerte una nota y aprende, una vez por todas, a disfrutar del momento presente en su totalidad.
Date la oportunidad de aprender y de divertirte haciéndolo.
- SAL DE SU ZONA DE CONFORT
Empieza a hacer cada día, pequeñas cosas para desarrollar una mejor flexibilidad y una más grande predisposición para probar cosas nuevas.
Prueba nuevos alimentos cuando vas a comer fuera, visita nuevos lugares dentro de tu ciudad, descubre nuevas rutas para llegar al trabajo; empieza a hacer las cosas sencillas de todos los días, como cepillarte los dientes o llevar la bolsa de la compra, con la mano izquierda (o derecha si eres zurdo).
Pregúntate a ti mismo: ¿qué puedo hacer de nuevo hoy para romper mi rutina?
No ponga límites a tu mente y descubrirás a un artista lleno de talento.
Con cariño
Federica