“¿Eres una persona RESPONSABLE?” Normalmente el tipo de respuesta que suelo escuchar es: “Sí, soy una persona responsable”. ¿Qué significa ser una persona responsable para ti?
La mayoría me contesta diciéndome que significa tomarse la responsabilidad de sus propias acciones y cumplir con los deberes de la vida.
Hay quien se define responsable por ser un buen padre o madre de familia, para no hacer cosas arriesgadas que puedan poner en peligro otras personas, para cumplir con propio trabajo…
Normalmente casi todos nos sentimos responsables, en el fondo cada uno cumple con sus tareas y actúa de forma responsable con su entorno…pero hay otra pregunta que surge espontánea y que va más a fondo en la cuestión:
“¿Eres responsable contigo mismo?”
Nos han educado a comportarnos de forma respetuosa hacía los demás, a cumplir con nuestra palabra cuando prometimos algo, a ser atentos y cuidadosos con nuestro entorno… ¿Y con nosotros mismos que?
Lo que quiero decir es: “¿Cumples con LAS PROMESAS que haces a ti mismo? ¿Eres respectuos@ contigo antes de serlo con otros? ¿O dejas de serlo para agradecer a los demás?
Es curioso cuánto tiempo se invierta en la EDUCACIÓN para que aprendamos a ser “SOCIALMENTE ACEPTADOS”, sin dedicar ni siquiera un tiempo comparable para aprender a ACEPTARNOS, QUERERNOS Y RESPETARNOS.
No sé si te habrá pasado alguna vez de encontrarte en una situación como esta:
Esta tarde, después del trabajo, te has organizado para ir a tu clase de pilates. Estás deseando ir porque necesitas este ratito de tiempo para ti para recargarte las pilas.
De repente te llama tu amig@ que está agobiad@ con su pareja y necesita hablar contigo (justamente esta tarde)…y claro, si tu fueras al gimnasio y l@ dejaras “tirad@”, te sentirías un egoísta…¿verdad? En el fondo a pilates puedes ir otro día….
Si actúas así pero como elección libre entonces enhorabuena! Me parece estupendo si realmente lo que quieres es dedicar esta tarde a esta persona y te sientes bien haciéndolo.
Me parece genial que hayas negociado contigo mism@ otro día para ir a pilates para poder disfrutar de esta tarde “fuera de programa”.
Pero si no es así, si te sientes obligado a hacerlo porqué al revés te sentirías culpable, ¡ten cuidado! Hoy estás renunciando a una clase de pilates, a lo mejor mañana va a ser otra cosa.
El problema es que actuar de esta forma NO ES GRATIS: tienes que pagar un precio que es mucho más alto de lo que te imaginas.
El precio no es solo perder la clase de pilates (en este caso), sino que al no cumplir con tu palabra, al romper el compromiso contigo mismo para cumplir con el compromiso con los demás, estás DEBILITANDO poco a poco TU AUTOESTIMA.
La autoestima es la ESTIMA que sentimos hacía nosotros mismos, es la CONFIANZA que tenemos en nuestra persona. ¿Tendrías confianza en alguien que antes te promete algo y luego actúa de manera incongruente? No, ¿verdad?
Lo mismo nos pasa a cada uno de nosotros todas las veces que no cumplimos con nuestra palabra.
A mí personalmente me ha costado mucho aprender a respetar este compromiso: durante muchos años he vivido para complacer a los demás intentando cubrir la necesidad de sentirme aceptada. Esto generó muchas grietas en mí que voy rellenando poco a poco.
El mejor regalo que me he hecho en esta vida ha sido lo de elegir portarme de manera diferente, respetándome y cumpliendo con mi palabra. Esto me ha dado mucha más confianza de la que nunca hubiera podido imaginar.
No te estoy diciendo de transformarte en una persona “egoísta”: para mí las relaciones personales siguen siendo muy importantes y sigue siendo muy importante cuidar y dedicarle tiempo a todos mis seres queridos.
Sin embargo he descubierto que si antes no me cuido a mí misma, no me respeto y no me quiero, entonces no seré capaz de apoyar, respetar y querer realmente a nadie más.
Con el tiempo he aprendido, y sigo aprendiendo, a NEGOCIAR conmigo misma para encontrar un justo equilibrio entre DAR y DARME .
¿Y tú te reconoces en este artículo?
Si la respuesta es sí empieza a buscar la forma para respetarte más sin faltar de respeto a los demás.
Te dejo algunas preguntas para que empieces a tomar consciencia de como funciona este mecanismo en ti:
¿En que situaciones actúas de esta forma? ¿Y con quién?
¿Hay alguna persona especial a la que necesitas complacer?
¿Cual es el beneficio que obtienes portándote así?
¿Qué pasaría si no lo hicieras? ¿Qué ganarías?
Tratate con respeto porqué realmente eres la persona más importante de tu vida.
Con cariño
Federica
Gracias Federica, tocas muy precisos los puntos que yo comparto en mis clases, como el amor, la responsabilidad y el compromiso con uno mismo primeramente. Yo solía ser esa persona complaciente y con desgano iba por la vida pensando que eso era amor, que falsedad mas grande! Ahora se que para amar, respetar y cuidar de otros debo empezar por mi. Gracias por compartir, un cariñoso abrazo!
Gracias a ti por tus palabras tan enriquecedoras!estoy totalmente de acuerdo contigo!un abrazo muy fuerte
Me ha gustado mucho la imagen para ilustrar esta entrada, porque para mi representa que se puede ser responsable con diversión.
Para mi la autoestima es esencial para poder vivir, como comer y dormir. Y conviene estar atento con las pequeñas muescas que le vamos haciendo, a veces, sin darnos cuenta.
El vivir en cierto modo para los demás, después de muchas personas que he conocido es un estigma que nos ha perseguido durante mucho tiempo quiza larvado en la infancia o adolescencia.
Gracias por poner amablemente la atención en el cuidado de nuestra energía interna, la autoestima.
Juanma
Gracias a ti Juanma! Muchas veces relacionamos la palabra responsabilidad con algo pesado y serio…puse esta foto porque, como dices tu, se puede ser responsables con diversión..Es más, creo que es muy importante poner una pizca de diversión y de «magia» en todo lo que hacemos…En el fondo la mejor forma que hay para aprender algo es pasándolo bien, divirtiéndose y juntando emociones positivas! Gracias por tus palabras! un abrazo Federica