La clave para aprovechar tu día

Planificación, organización y tener un plan de acción es clave para avanzar hacia nuestras metas personales y profesionales. Sin embargo, si no somos capaces de gestionarnos a nosotr@s mismos, de nada sirve todo lo demás.

Gestionar el estado de ánimo

Cada vez más me doy cuenta del impacto que tienen las emociones en nuestro día a día, tanto en el aprendizaje y en el estudio como en cualquier otra faceta de nuestra vida. Cuando experimentamos emociones agradables como la calma, la alegría y la confianza, es mucho mas fácil acceder a nuestros recursos interiores y así enfrentarnos a retos y a desafíos.
Cuando al contrario, nos secuestran emociones desagradables como el miedo, la rabia o la inseguridad, sólo accedemos a la punta del iceberg de nuestro potencial. 😔

Cuando el día empieza mal

Todos hemos experimentado la desagradable sensación de empezar el día con el pie equivocado y darnos cuenta de cómo todo sigue saliendo mal casi por inercia.

Sin embargo, hay una manera para bloquear esta oleada de negatividad y empezar el día con el pie correcto y con energía positiva. ¿Cómo? Pues creando una pequeña rutina de la mañana. Y no, no hace falta despertarse a las 5 de la mañana ni dedicarle 1 hora. Es mucho más sencillo y sostenible en el tiempo.

Crear una rutina de la mañana

Recórtate unos 20-30 minutos al levantarte para despertarte en todos los sentidos: a nivel físico y mental.

Para ello, elige tres actividades.

Te hago un ejemplo. 

En mi caso, suelo dedicar los primeros 10 minutos en hacer algún ejercicio de estiramiento, algunas sentadillas o planchas. En esta fase el objetivo no es entrenar, tampoco es quemar calorías. Olvídate de ello, ya tendrás tiempo para el deporte a lo largo del día. El propósito de estos primeros diez minutos es activar la energía del cuerpo y quitarnos de encima los residuos de sueño.

A continuación, sigo con otros 10 minutos sentada en silencio y prestando atención a mi respiración. Es un clásico ejercicio de respiración atenta o mindfulness que me viene muy bien para calmar mi mente y centrarme en el momento presente. 

Acabo con 10 minutos de lectura de algo que nada tenga a que ver con mi trabajo, algo inspirador o alguna novela.

Si no tienes 30 minutos por la mañana, empieza con menos, por ejemplo 5+5+5. La constancia vale más que la cantidad. Busca algunas actividades que te gusten y te vengan bien, no tienen que ser las que hago yo claramente. Puedo asegurarte que empezarás el día con una dirección clara, con una energía positiva y con la mente enfocada y calmada. Prueba y ¡cuéntame!

Y...¡Tachán! La magia está hecha

Qué tengas una bonita semana

Un abrazo mágico

Federica