La semana pasada te hablé de la herramienta de coaching personal llamada «la rueda de la vida». La utilizamos para tomar conciencia de cuáles son los aspectos de nuestra vida que queremos mejorar.
Hoy vamos a ver qué hacer para empezar a mejorarlos.
Lo primero: hacernos preguntas
Retoma tu rueda de la vida y observa el sector más pequeño, aquello donde no te sientes especialmente satisfecho/a y que te gustaría mejorar. Y ahora pregúntate:
- «Qué está pasando aquí?»
- «Qué tipo de pensamientos, comportamientos y hábitos estoy teniendo en este area de mi vida que hacen que me sienta así?»
Imagínate que el area que quisiera mejorar de mi vida fuera la del estudio.
- Cuando me pongo a estudiar, controlo las notificaciones del móvil cada 15 minutos. Este hábito me impide centrarme de verdad y aprovechar el tiempo que dedico a estudiar. Así que todas las horas que le echo en realidad no son de calidad.
- Mi escritorio está muy desordenado y lleno de distracciones que no me ayudan a concentrarme.
- Busco constantemente excusas para levantarme de la silla.
- Paso horas leyendo pasivamente el mismo tema aunque sepa qué de poco me sirve.
- Me repito cada día que el examen es demasiado difícil para mí.
Cambiando hábitos
Una vez que tenga clara la situación detalladamente, ha llegado el momento de buscar soluciones a cada comportamiento o hábito limitante identificado previamente.
Por ejemplo, puedo preguntarme:»¿Qué puedo hacer para concentrarme mejor?»
Algunas posibles respuestas serías:
- Poner el móvil en modo avión
- Ordenar mi escritorio
- Ir a estudiar en la biblioteca
- Ponerme pequeños objetivos de estudio claros y concretos en bloques pequeños de tiempo
Cambiando pensamientos
Cambiar un pensamiento es un poco más complejo ya que no basta condecirnos cosas bonitas si no nos las creemos. No soy fan de Mr Wonderful, pero sí que creo que empezar a hablarnos de manera diferente nos ayuda a sentirnos de forma distinta. Para ello, enfocarnos en soluciones nos ayuda a salir del victimismo y de las quejas.
Por ejemplo, en vez que repetirme todos los días me va «a ser imposible aprobar mi oposición», puedo empezar a decir a mi misma que, «aunque sea un reto grande, si tengo una buena estrategia, soy constante y perseverante, entonces iré mejorando y teniendo más recursos para dar lo mejor de mí el día del examen».
Me estoy hablando de forma realista pero constructiva. Me ayudará a tener una actitud diferente frente al estudio que es clave para cambiar también la forma de actuar.